domingo, 18 de octubre de 2009


Cuando de tu pecho mi amor expire, ten presente que te seguiré queriendo como el primer día, cuando me convertí en el esclavo de tus ojos y seguidor de tus pasos.
Ten en cuenta vida mía que no encontrare camino sin ti, que seré libre pero a la vez preso de este amor y que tus recuerdos en mi mente no hallaran el olvido.
Tus caricias permanecerán vivas en mi cuerpo aunque pase el tiempo y mi piel se agriete. De mi alma no saldrá el rastro de tu beso ardiente ni el aroma a rosas con el que me impregnas.
Se que el rocío ya no sentirá tu cuerpo ni mis ojos tendrán la dicha de verte caminar entre el pasto verde.
Solo pido que cuando te marches no me digas que te olvide, ya que no podría.

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