sábado, 29 de junio de 2013

Tengo la necesidad de sentir ese tipo de derrota que aparece cuando uno ama, ese gancho directo al estómago que te dice que estás perdido y sabes inmediatamente que caerás rendido a sus pies.
Pero no estoy ahí para pedirte tregua y evitar que mis huesos se quiebren por tanto amor, no estoy ahí para verte sonreir en el centro mismo del silencio.  Ahora que ya no recuerdo tu voz, te contemplo con la nostalgia de quien mira una estrella y sabe que ha muerto.